Africa

 

Víctor Mira

 

La hipótesis Out of Africa

 

 

 

 

 

 

 

Apropiarse de un objeto o de una obra para proceder a un proceso de transformación de la misma que la dote de sentido artístico, en el primer caso; o, en el segundo caso, de una nueva dimensión estética, tiene gran mérito, porque requiere tanto talento como audacia y es bien sabido que en arte, como en literatura, el robo sólo es lícito cuando va seguido de asesinato.

 

Pero apropiarse de una potencia primigenia y generatriz, de una potencia creadora de expresiones formales tan enérgicas como singulares, es todavía más meritorio, porque al talento y a la audacia es preciso entonces añadir una poco frecuente capacidad de absorción, de interiorización conceptual y formal de los elementos nucleicos de esa potencia. Así como hay que reconocer que precisa es también una capacidad de síntesis excepcional para saber prescindir de los elementos engañosos, accesorios y no fundamentales para la definición del constructo final.

 

Aquí radica el principal mérito, en mi opinión, del trabajo de Víctor Mira que se muestra en la exposición Africa que estos días está a punto de finalizar en la Galería A de Arte de Zaragoza.

 

En esta exposición la obra de Mira parte de iconografía africana y neolítica para desplegar una potencia formalmente avasalladora y una lograda síntesis entre la dimensión expresionista y la tentación informalista, realizada, además, con una sobriedad cromática que pone de manifiesto el virtuosismo técnico y “la capacidad de explorar en las posibilidades que las diversas técnicas calcográficas poseen para generar múltiples gradaciones, texturas y densidades”, como acertadamente pone de manifiesto el profesor David Cortés Santamarta en su brillante escrito de presentación de la exposición.

 

El esbozo de mujeres agachadas, probablemente recogiendo caracoles; los cuadrados cuerpos de manos levantadas en señal de agradecimiento o imprecación; las vasijas ingenuamente esbozadas o la procesión de los esquemáticamente representados cuerpos humanos, encuentran su contrapunto en las austeras informas, que redimensionan las obras, con mayor o menor presencia de las mismas, hacia composiciones de gran equilibrio que se incardinan plenamente en las trayectorias imparables del arte que acumula vanguardia sobre vanguardia.

 

El punto de partida es africano, sí; pero el de llegada es universal.

 

No quisiera finalizar esta breve reseña de esta exposición de Víctor Mira sin hacer dos menciones importantes:

 

La primera, la correspondiente al colaborador necesario de las obras, el estampador Ignasi Aguirre, muy alabado por Mira tras la realización del proyecto Cien imágenes de África.

 

La segunda es personal. Mi deseo de rendir homenaje con estas líneas al gran artista aragonés.

 

                                                                                                                                  Alvaro Sánchez

                                                                                                                                        30-8-2014

 

 

Galería A del Arte. Fita, nº 19. Local. Zaragoza. Hasta el 5-9-2014.

 

 

Imágenes cortesía de la galería A de Arte.