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El constructor de arte

 

Flux

 

David Altmejd

 

 

Primera colaboración entre el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París y el Museo de Arte Contemporáneo de Montreal, esta gran exposición constituye un balance crítico con carácter de retrospectiva consagrada al artista quebequense de renombre internacional David Altmej.

 

La exposición fue presentada en París, del 10 de octubre de 2014 al 1 de febrero de 2015. Entre París y Montreal, el MUDAM de Luxemburgo acogió una versión más reducida tras su reconfiguración por el propio artista, del 7 de marzo al 31 de mayo de 2015.

 

La exposición del Museo reúne una treintena de obras realizadas durante los últimos 15 años. 

 

Altmejd ha creado, entre otras, una nueva intervención in situ. Una de las obras destacadas de la exhibición, ‘The Flux and the Puddle’, 2014 (El flujo y el charco), ofrece un compendio deslumbrante de los principales motivos y preocupaciones que habitan su potente y singular imaginario.

 

Espectaculares y minuciosamente realizadas con múltiples elementos y materiales, las esculturas de Altmejd se sirven de una estética de la hibridación y de la acumulación para evocar las fuerzas elementales de la decadencia y la regeneración, y para instalar una dialéctica metafórica entre el mundo humano y el mundo animal.

 

Tempranamente conocido por sus representaciones barrocas de la enigmática figura del Hombre Lobo (constantemente acosado por transformaciones), Altmejd no ofrece historias o escenarios, sino que más bien revela las iteraciones brillantes de un espíritu y una sensibilidad únicos, atendiendo a las derivas del sueño lúcido.

 

Confrontando rigor estructural minimalista con flujos de campos de energía, Altmejd reconoce la primacía del enfoque conceptual en la elaboración de los ciclos que atraviesan su obra: cabezas, elementos de construcción y arquitectónicos, Hombres Lobo, Hombres Pájaro, gigantes, culturistas, guías, guardias… Las fracturas de escala (de lo ínfimo a lo monumental), la proliferación de materiales (cristales, espejos, cabellos y pelo sintético, resina, madera y metales...) y los diferentes dispositivos para la puesta en escena (plataforma, vitrina, cabina, todas ellas sobredimensionadas...) son también estrategias que posicionan al artista como creador de todo lo posible.

 

De alcance universal, la obra de David Altmejd fusiona el yo y lo otro en una remisión constante de la imagen reflejada en el espejo y en la intensidad de la presencia de lo primigenio, de lo humano o de lo animal, en diferentes momentos del ciclo de vida.

 

Nacido en Montreal en 1974, Altmejd vive y trabaja en Nueva York. Representó a Canadá en la 52ª Bienal de Venecia en 2007, y recibió el Premio de Arte Sobey en 2009. Participó en particular, en la 8ª Bienal de Estambul, 2003; en la Bienal Whitney de Nueva York en 2004; en la primera Trienal MACM Quebec en 2008.

 

Altmejd está representado en las siguientes colecciones:

 

Museo de Arte Contemporáneo de Montreal; Galería Nacional de Canadá; Museo de Bellas Artes, Ontario; Museo de Bellas Artes de Montreal; Les Abattoirs de Toulouse; The Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York; Museo Whitney de Arte Americano, Nueva York; MoCA LA - Los Ángeles Museo de Arte Contemporáneo; MUDAM - Museo de Arte Moderno Grand-Duc Jean, Luxemburgo.

 

Recientemente ha sido elegido Compañero de la Orden de las Artes y las Letras de Quebec.

 

Esta exposición ha sido concebida y organizada conjuntamente por el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París / París Museo y el Museo de Arte Contemporáneo de Montreal.

 

                                                                                  Josée Bélisle

                                                                    Conservadora de las colecciones

                                                  Museo de Arte Contemporáneo de Montreal

 

 

 

Durante el curso de veinte años, el escultor canadiense David Altmejd ha creado obras de gran diversidad. A la extraordinaria variedad y a la sorprendente originalidad que caracteriza la  combinación de materiales, corresponde una complejidad tanto formal como temática, extraída de los mundos oníricos y pesadillescos del cine fantástico de David Cronenberg y David Lynch, o incluso en los laberínticos cuentos de Jorge Luis Borges. Fruto de su interés por la biología y la arquitectura, en combinación con la fascinación por la metamorfosis, sus esculturas ofrecen impactantes imágenes que encarnan lo extraño. La profusión particularmente impactante de detalles permite al artista insuflar una dinámica formal a los diferentes elementos que, en algunas de las obras, parecen autogenerarse.

 

Plenos de fuerzas intrínsecas y de una energía toda en tensión, los trabajos de David Altmejd evocan una instantánea realizada sobre una vida que se encuentra en curso de transformación permanente, mientras que las esculturas son animadas por fuerzas naturales polimorfas, materializando los flujos de energía representados, por ejemplo en ‘The Index’, por cadenetas de oro y haces de cables electrónicos. La narración subyacente en sus obras confronta al espectador con innumerables cuestiones sin respuesta, además de fortalecer la subjetividad de sus propias sensaciones e interpretaciones.

 

Desde sus primeros trabajos, Altmejd utiliza las formas y materiales más variados. La figura del hombre lobo, motivo emblemático de su obra, no tarda en hacer su aparición. La manifiesta creando cabezas sin cuerpo o integrándola en dispositivos de complejos soportes. Con plastilina, cristales, plexiglás y espejos, el artista recurre a materiales que utilizará regularmente en ulteriores producciones. Las cabezas expuestas aquí [MUDAM de Luxemburgo], realizadas entre 2006 y 2015, ilustran la tensión intrínseca del trabajo del artista, la energía potencial que genera y la posible liberación de esta energía.

 

‘The Builders’ (Los constructors, 2005), ‘The Outside’ (El exterior), ‘The Inside and The Praying Mantis’ (El interior y la mantis religiosa, 2005) y ‘The Trail’ (El camino, 2006) se inscriben en la continuidad de un enfoque artístico iniciado algunos años antes con las composiciones de sobremesa. Imaginadas como maquetas arquitectónicas, evocan tanto un microcosmos autónomo como un dispositivo de presentación científica. Detrás de las aparentes arquitectura y racionalidad de sus obras, una mirada atenta descubre excrecencias geométricas y laberintos surrealistas instilando alteridad en los elementos orgánicos. Buscando la oposición a la horizontalidad inherente a las habituales formas de presentación, el artista ha tratado de expresar la verticalidad mediante una serie de estatuas gigantes. Gigantescas, las figuras han sido trabajadas sección a sección, elemento a elemento, cada detalle realizado minuciosamente. Estos colosos, emplazados en el Gran Vestíbulo del Museo, son concebidos como “horizontes” integralmente recubiertos de espejos y poblados de vida. Su hermetismo masivo, su estatura de inspiración clásica, y su estructura abierta y deconstruida recuerdan las figuras del Golem y del ciborg. Expuestas a sus costados, los cuerpos de yeso que integran la serie de los ‘Culturistas’ parecen encarnar su propio engendramiento.

 

Realizadas más recientemente, las estructuras en plexiglás constituyen un verdadero guardajoyas para las composiciones escultóricas de David Altmejd. Delimitadas en el espacio por una envoltura transparente, permiten una observación única de las correlaciones existentes en el seno mismo de una escultura. Las vitrinas ‘Le Guide’ (La guía, 2010) y ‘Le Souffle et la Voie’ (El soplo y el camino, 2010) todavía están dominadas por la representación simétrica del flujo de energías internas. En otros trabajos, en cambio, como por ejemplo en ‘The Orbit’ (La órbita, 2012), la complejidad se incrementa por la introducción de elementos arquitectónicos, espejos, fruta y fragmentos anatómicos. El impulso que recorre estas obras supera fácilmente las fronteras de plexiglás, tanto las interiores como las exteriores. Esta dinámica progresión refleja, para David Altmejd, una poderosa energía vital.

 

Altmejd nació en 1974 en Montreal. Vive y trabaja en Nueva York.

 

                                                                                  Marie-Noëlle Farcy

                                                                            Comisaria de la exposición

                                                                                MUDAM Luxembourg

 

 

 

Apertura al público el sábado, 20 de junio.

Flux

David Altmejd

Musée d'art contemporain de Montréal

85 Rue Ste-Catherine O, Montréal, Canadá.

Del 20 de junio hasta el 13 de septiembre de 2015.

 

 

Exposición realizada con el apoyo de: El Brant Art Foundation Centro de Estudios y Andrea Rosen Gallery, Nueva York.

 

 

Imágenes:

 

Vistas parciales de la instalación

 

Texto, imágenes y vídeo cortesía de David Altmejd, Josée Bélisle, Marie-Noëlle Farcy, Musée d'art moderne de la Ville de Paris, MUDAM Luxembourg y Musée d'art contemporain de Montréal. Traducción de los originales franceses de Alvaro Sánchez.

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